Hace ya décadas que en Inglaterra son la cáscara clásica y por debajo chasis y mecánica actual.
Por lo pronto cumplen una función para los discapacitados que a nadie más parece interesarle en Montevideo...
Para todos sin distinción, son enormes, cómodos y no hay gran riesgo de partirse el cráneo contra una mampara a 10 centímetros de la nariz.