ALGUNAS COSAS QUE NO SABIAS
DE STEVE JOBS
Negó la paternidad de su primer
hijo.
Poco después de salir
prematuramente de la Universidad,
Jobs dejó embarazada a su novia.
Sin embargo, el fundador de Apple
negó esta posibilidad durante años,
alegando una supuesta esterilidad y
obligando a su joven pareja a sacar
adelante el bebé a base de ayudas
sociales. Aunque obvió el tema
durante años, Steve siempre supo
que el hijo era suyo: “No podía
admitirlo, en realidad solo quería
que ella abortase. Criar a un niño es
algo muy duro y yo no estaba
preparado. Pero la gente crece,
madura, ya ahora soy un buen
padre por momentos”, confesaría
años después.
No dedicó un dólar a la caridad.
Lo primero que hizo al retomar el
mando de Apple fue detener todos
los planes de responsabilidad social.
“Nada de donaciones hasta que
volvamos a rentabilidad”,
argumentó en aquel momento.
Pocos años después la compañía
de la manzana regresó a los
números negros, pero no se
reactivaron los mecanismos
filantrópicos. De hecho, Jobs ha
mostrado en numerosas ocasiones
su oposición a las donaciones en
favor de la creación de empleo y la
mejora de la calidad de vida de las
personas.
Engañó a su socio y amigo Steve
Wozniak.
Su primer trabajo conjunto fue en
Atari para la creación del videojuego
Breakout en 1976. La compañía le
pagó a Jobs, como responsable del
equipo, 5.000 dólares por el
desarrollo. Sin embargo él engañó a
Wozniak diciéndole que la empresa
solo le había entregado 700.
Finalmente ‘Woz’ solo recibió 350
dólares por su trabajo, mientras que
Steve se quedó con los 4.650
restantes.
Dividió Apple.
Jobs se implicó terriblemente en el
desarrollo del primer Macintosh, el
ordenador que consideraba
“destinado a cambiar el mundo”.
Dividió la plantilla en dos bandos, los
que trabajaban en el nuevo Mac y
los que no, enfrentándoles
constantemente y humillando a los
empleados no involucrados en el
proyecto nuevo. El objetivo pasaba
por crear una ruptura entre equipos
para impulsar la innovación; el
resultado fue un cisma absoluto
entre empleados. Muchos de ellos
terminaron por abandonar Apple
Computers: “Steve puede ser una
persona terriblemente dañina para el
ambiente de trabajo”, explicó la
cúpula directiva meses antes de su
despido.
Creó una ‘cárcel de software’.
Pese a la indudable aportación de
Apple a la informática, Jobs y sus
ingenieros nunca aportaron una
línea de código abierto para que
pudiera ser modificada y mejorada
por sus comunidades de usuarios.
Es más, los ordenadores de Apple
se han destacado históricamente
por su alta incompatibilidad con
otros repuestos, programas o
periféricos de otros fabricantes