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Así se titula el relato que el amigo Matías, de la localidad de Don Bosco - Buenos Aires, me hizo llegar y que quiero compartir con la barra.
Dije relato?, es más que eso, es el testimonio de alguien que disfruta de la bicicleta de manera intensa, espero que les guste.
Escribe Matías:
"Hoy miércoles 13 de Julio de 2011 mientas venía pedaleando al trabajo, como todos los días, crucé un hito importante, el velocímetro me indicaba, en el cuenta kilómetros, que había superado los 40.000 Km.
Desde que entré a trabajar en Subterráneos comencé a venir algunos días en bicicleta, tenía la suerte de contar con una rudimentaria ducha (la que usan los obreros de la constructora) y garaje para dejar la bici.
Compré una bici usada, italiana, del año 1934 en tan solo $159. Encima, funcionando. Al poco tiempo, tuve que ponerle cubiertas nuevas, el asiento de cuero con 70 años encima y muy poco cariño, se había resecado todo, así es que tuve que conseguirle uno en mejor estado. Luego de mucho buscar, conseguí un Brooks (UK) en excelente estado. Es realmente una “figurita difícil”. Lo anecdótico es que, la fábrica, los ha producido de manera ininterrumpida desde 1866. La pobre bici se tuvo que aguantar más de 3.300 Km. pero se empezó a notar la fatiga de los materiales y, como no son componentes que se puedan conseguir con facilidad, opté por dejarla para las vueltas del domingo y pasarla a descanso.
Viendo que el bichito me había picado fuerte, fui por una bici de carrera, pero con los componentes que se están usando actualmente. Casi un fórmula 1, cambios punto a punto, que serían como una caja automática. Mientras tanto, en el obrador se remodela el edificio y se hace un baño a nuevo con ducha. La bici de ruta, marcó un hito, por primera vez andaba en una máquina como la gente, aunque de hierro, cuando ya se había dejado de lado el aluminio por el carbono, pero la verdad que es una diferencia enorme. A la de ruta, le hice más de 5.500 Km. pero se empezó a romper por los tremendos pozos que hay en la ciudad. Para colmo, en hora pico, no podía esquivar los baches, a riesgo de que me atropellaran. Fue así que compré la primera bicicleta nueva de mi vida, con 47 años de vida…
Compré una bici de montaña de aluminio, un cuadro de competición francés, muy barato porque, al igual que con los autos, se pagan fortunas por el cero kilómetro, pero del año en curso, nadie pagaría por un auto guardado en la agencia durante 5 años, aunque siga siendo un cero kilómetro. Así es que, además, la conseguí a un muy buen precio.
Antes iba en bici al trabajo si no había pronóstico de lluvia, luego empecé a salir igual y si me agarraba el agua, mala suerte. Hoy en día, salgo de casa pedaleando bajo la lluvia, tal cual hacía con el auto.
Con la bici de montaña, empecé a rodar en caminos de tierra, algo que antes casi no hacía. Me le animé al primer tour organizado y crucé la Cordillera de los Andes de ida y de vuelta a Chile. Los kilómetros se empezaron a acumular velozmente, a la par que se inmovilizaba el cuenta kilómetros del auto. A los 22.000 Km. tuve que cambiar la horquilla con suspensión, y se rajó la caja pedalera. Fue allí que me enteré que el aluminio tiene una vida útil, pasada la cual se empieza a fisurar. Igual, la llevé a soldar, tirarla no la iba a tirar pobre pero, era evidente que, le había llegado la hora. Bueno, era momento de sacar otro cero kilómetro. Esta vez levanté la apuesta y fui por la Bambucicleta.
Bambucicleta armada en el país por un artesano rosarino, con cambios internos, todo un lujo. Todo muy lindo pero para los 2.000 Km. empezó con todas las ñañas juntas, se despegó el movimiento de dirección que repararon en garantía, luego se despegó el caño del asiento, se rompieron los cambios internos y… menos mal que no había dado de baja la de aluminio… Otra vez a la calle. Hoy pasé los 28.000 Km. Sumando lo de las cuatro bicis, pasé los 40.000 Km.
Si me lo contaran, no lo creería, pero lo he vivido personalmente: la bicicleta es un medio de transporte realmente insuperable para un montón de necesidades. Hoy por hoy, al trabajo, desde Don Bosco, hasta Av. Constituyentes y Gral. Paz, en un recorrido de 30 Km. tardo lo mismo que en el auto, una hora y media. Claro que, con el auto voy por autopista y con la bici, no me dejan subir, por ahora… ya llegará el momento. Si me dejaran, llegaría antes en la bici.
En marzo, fui al Abra del Acay, el camino más alto de la Argentina, la mítica ruta 40, y uno de los más altos del mundo. Pedaleamos a casi 5.000 msnm. Más alto que la cima del Monte Blanco, la montaña más alta de Europa. Hicimos una vuelta de 500 Km. saliendo y retornando a Salta capital.
Lo curioso, es que no hace falta un gran capital. Una bicicleta modesta se defiende bastante bien, los componentes no son caros. Las cubiertas que estoy usando, para que tengan una referencia, valen el equivalente a 70 boletos mínimos de colectivo, lo que me sirve para viajar menos de quince días ida y vuelta al trabajo, pero me sirven para pedalear casi 10.000 Km. lo que son casi 170 días.
Si la gente se diera cuenta de lo que es una bicicleta habría una revolución. Claro, hace falta un esfuerzo, si no se pedalea no avanza. Las pocas veces que uso el auto, me llama la atención que no haya que hacer fuerza para que se mueva… La gente no está acostumbrada a hacer un esfuerzo, va al trabajo en auto y después de salir de la oficina, va en auto al gimnasio a hacer spining.
En fin, creo que es una buena oportunidad para invitarlos a que compren una bici, los que no la tienen. Que la descuelguen los que ya la tienen. Que la usen a diario los que la sacan solo el fin de semana. Que inviten a sus amigos, los que la usan todos los días.
Hoy no podría venir al trabajo en bici si no fuera por las ciclovías, el tránsito queda atascado y yo sigo de largo por una verdadera autopista para bicicletas. El prometido bicing ya está en operación y lo amplían cada mes. Ya debe haber cerca de 100 Km. de ciclovías. Pronto debería contagiarse la provincia de Buenos Aires y seguir el ejemplo de la Ciudad de Buenos Aires.
La invitación está hecha, espero cruzármelos por la calle.
Abrazos."
Salú' la barra!!!
P.D.: a propósito de la bambucicleta que por ahí se nombra, es esta:

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Dije relato?, es más que eso, es el testimonio de alguien que disfruta de la bicicleta de manera intensa, espero que les guste.
Escribe Matías:
"Hoy miércoles 13 de Julio de 2011 mientas venía pedaleando al trabajo, como todos los días, crucé un hito importante, el velocímetro me indicaba, en el cuenta kilómetros, que había superado los 40.000 Km.
Desde que entré a trabajar en Subterráneos comencé a venir algunos días en bicicleta, tenía la suerte de contar con una rudimentaria ducha (la que usan los obreros de la constructora) y garaje para dejar la bici.
Compré una bici usada, italiana, del año 1934 en tan solo $159. Encima, funcionando. Al poco tiempo, tuve que ponerle cubiertas nuevas, el asiento de cuero con 70 años encima y muy poco cariño, se había resecado todo, así es que tuve que conseguirle uno en mejor estado. Luego de mucho buscar, conseguí un Brooks (UK) en excelente estado. Es realmente una “figurita difícil”. Lo anecdótico es que, la fábrica, los ha producido de manera ininterrumpida desde 1866. La pobre bici se tuvo que aguantar más de 3.300 Km. pero se empezó a notar la fatiga de los materiales y, como no son componentes que se puedan conseguir con facilidad, opté por dejarla para las vueltas del domingo y pasarla a descanso.
Viendo que el bichito me había picado fuerte, fui por una bici de carrera, pero con los componentes que se están usando actualmente. Casi un fórmula 1, cambios punto a punto, que serían como una caja automática. Mientras tanto, en el obrador se remodela el edificio y se hace un baño a nuevo con ducha. La bici de ruta, marcó un hito, por primera vez andaba en una máquina como la gente, aunque de hierro, cuando ya se había dejado de lado el aluminio por el carbono, pero la verdad que es una diferencia enorme. A la de ruta, le hice más de 5.500 Km. pero se empezó a romper por los tremendos pozos que hay en la ciudad. Para colmo, en hora pico, no podía esquivar los baches, a riesgo de que me atropellaran. Fue así que compré la primera bicicleta nueva de mi vida, con 47 años de vida…
Compré una bici de montaña de aluminio, un cuadro de competición francés, muy barato porque, al igual que con los autos, se pagan fortunas por el cero kilómetro, pero del año en curso, nadie pagaría por un auto guardado en la agencia durante 5 años, aunque siga siendo un cero kilómetro. Así es que, además, la conseguí a un muy buen precio.
Antes iba en bici al trabajo si no había pronóstico de lluvia, luego empecé a salir igual y si me agarraba el agua, mala suerte. Hoy en día, salgo de casa pedaleando bajo la lluvia, tal cual hacía con el auto.
Con la bici de montaña, empecé a rodar en caminos de tierra, algo que antes casi no hacía. Me le animé al primer tour organizado y crucé la Cordillera de los Andes de ida y de vuelta a Chile. Los kilómetros se empezaron a acumular velozmente, a la par que se inmovilizaba el cuenta kilómetros del auto. A los 22.000 Km. tuve que cambiar la horquilla con suspensión, y se rajó la caja pedalera. Fue allí que me enteré que el aluminio tiene una vida útil, pasada la cual se empieza a fisurar. Igual, la llevé a soldar, tirarla no la iba a tirar pobre pero, era evidente que, le había llegado la hora. Bueno, era momento de sacar otro cero kilómetro. Esta vez levanté la apuesta y fui por la Bambucicleta.
Bambucicleta armada en el país por un artesano rosarino, con cambios internos, todo un lujo. Todo muy lindo pero para los 2.000 Km. empezó con todas las ñañas juntas, se despegó el movimiento de dirección que repararon en garantía, luego se despegó el caño del asiento, se rompieron los cambios internos y… menos mal que no había dado de baja la de aluminio… Otra vez a la calle. Hoy pasé los 28.000 Km. Sumando lo de las cuatro bicis, pasé los 40.000 Km.
Si me lo contaran, no lo creería, pero lo he vivido personalmente: la bicicleta es un medio de transporte realmente insuperable para un montón de necesidades. Hoy por hoy, al trabajo, desde Don Bosco, hasta Av. Constituyentes y Gral. Paz, en un recorrido de 30 Km. tardo lo mismo que en el auto, una hora y media. Claro que, con el auto voy por autopista y con la bici, no me dejan subir, por ahora… ya llegará el momento. Si me dejaran, llegaría antes en la bici.
En marzo, fui al Abra del Acay, el camino más alto de la Argentina, la mítica ruta 40, y uno de los más altos del mundo. Pedaleamos a casi 5.000 msnm. Más alto que la cima del Monte Blanco, la montaña más alta de Europa. Hicimos una vuelta de 500 Km. saliendo y retornando a Salta capital.
Lo curioso, es que no hace falta un gran capital. Una bicicleta modesta se defiende bastante bien, los componentes no son caros. Las cubiertas que estoy usando, para que tengan una referencia, valen el equivalente a 70 boletos mínimos de colectivo, lo que me sirve para viajar menos de quince días ida y vuelta al trabajo, pero me sirven para pedalear casi 10.000 Km. lo que son casi 170 días.
Si la gente se diera cuenta de lo que es una bicicleta habría una revolución. Claro, hace falta un esfuerzo, si no se pedalea no avanza. Las pocas veces que uso el auto, me llama la atención que no haya que hacer fuerza para que se mueva… La gente no está acostumbrada a hacer un esfuerzo, va al trabajo en auto y después de salir de la oficina, va en auto al gimnasio a hacer spining.
En fin, creo que es una buena oportunidad para invitarlos a que compren una bici, los que no la tienen. Que la descuelguen los que ya la tienen. Que la usen a diario los que la sacan solo el fin de semana. Que inviten a sus amigos, los que la usan todos los días.
Hoy no podría venir al trabajo en bici si no fuera por las ciclovías, el tránsito queda atascado y yo sigo de largo por una verdadera autopista para bicicletas. El prometido bicing ya está en operación y lo amplían cada mes. Ya debe haber cerca de 100 Km. de ciclovías. Pronto debería contagiarse la provincia de Buenos Aires y seguir el ejemplo de la Ciudad de Buenos Aires.
La invitación está hecha, espero cruzármelos por la calle.
Abrazos."
Salú' la barra!!!
P.D.: a propósito de la bambucicleta que por ahí se nombra, es esta:

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