Dicen que la forma de espantarlos es haciendo ruido y moviéndose; agitar la manos por encima de la cabeza para que el oso vea un bulto más grande y no te considere parte de su dieta. Parece que son medio cortos de vista pero de olfato andan muy sensibles.
Hace pocas semanas me fui de hiking con mi mujer y vimos uno muy quieto a unos 20 metros de distancia; yo podría jurar que nos estaba mirando fijo, tipo midiendo la proporción de carne y hueso.
Seguimos caminando muy rapidito sin dar la impresión de que nos estábamos garcando en todos los idiomas y creo que dije algo medio parecido a lo que se le escuchó al flaco en la bici.