Cuando compré la 6500, con Elixir 3, los primeros dos meses fueron un horror. Cada vez que tocaba el freno eran unos chillidos asquerosos. Como ya había leído que eran frenos ruidosos, pensé que o me iba a acostumbrar o en algún momento iban a empezar a hacer menos ruido.
Un día se les fue del todo y NUNCA más volvieron a hacer ruido, sin importar la cantidad de mugre que les haya tocado recibir.
Lo que sí le ocurre (ocurría) al rotor delantero es que después de darle palo (en alguna salida... rambleando nunca me pasó) es posible que el disco se doble y empiece a rozar contra las pastillas. Hay que enderezarlo, con mucho amor, dedicación y cuidado. Nunca necesité sacarlos (aunque sí los saqué por otros motivos), así que no se ni si se llega a ver ese defecto apoyándolo en una mesa. Supongo que sobre un espejo o algo así sí debés poder ver si está torcido, marcarlo y enderezarlo con bastante precisión, pero en mi caso siempre alcanzó con ver con cuidado dónde es que roza y con una llave (especial, yo la compré en motociclo, pero podés usar cualquier llave o pinza CON MORDAZA PLANA, SIN DIENTES, QUE NO MARQUE EL DISCO!) hacerle un poquito, MUY poquito, de fuerza y eso alcanza.
Si no tenés fe, llevalo a alguien que sepa. Si marcás el disco, o lo torcés de más, la quedaste: disco nuevo. Si conseguís.
Solo pasaba con el rotor delantero de 185 mm. El trasero de 160 nunca dio ni un problema. Ni siquiera tuve que reajustarlo nunca después de sacar o poner la rueda.