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Al pedalear la bicicleta en una subida se hace un esfuerzo para vencer la fuerza de gravedad. Cuando subimos una cuesta con cierta pendiente esto es obvio: la fuerza de gravedad nos empuja hacia atrás. Esto es lo que representa el desafío de las subidas.
Ahora imaginemos que estamos subiendo una pendiente respetable con una mochila de 5 kilos de peso. Evidentemente debemos hacer más trabajo cargados con esta mochila, ¿por qué es así?. Porque a medida que la masa de un objeto (en este caso; el ciclista, la bicicleta y la mochila) se incrementa, la fuerza de gravedad también se incrementa. Cada aumento en la masa que se desea subir significa un mayor gasto de energía para subirla.
Ahora imaginemos lo opuesto; tenemos una bicicleta que pesa 5 kilos menos. Es mucho más fácil realizar la subida, ¿no es así?. O imaginemos que nos hemos deshecho de algunos kilos de más que habíamos ganado en las vacaciones. ¿Qué es lo que ocurre?, vamos más rápido, pero gastando la misma cantidad de energía. No existe cambio en la potencia, solo en el peso.
Por cada 500 gramos de peso que se agregan a nuestro cuerpo o a nuestro equipo debemos invertir 1,5 watts de potencia para subirlo en una cuesta. El peso extra impacta directamente en la velocidad con que se pedalea.
No hay duda que la combinación de peso entre el ciclista, la bicicleta y el equipo influye en le rendimiento. Si es posible reducir el peso, aún sin modificar la potencia, la rapidez es mayor. A la inversa, si es posible aumentar la potencia sin modificar el peso, se avanza más rápido. La combinación óptima es aumentar la potencia y disminuir el peso.
Ahora una guía simple para deteminar como impacta el peso de nuestro cuerpo en el rendimiento. Tomemos la división entre el peso del cuerpo, en kilos, y la altura del deportista, en centímetros. Típicamente, un atleta masculino, en buena forma arroja un índice de entre 0,38 a 0,41 kg/cm. Las mujeres por su parte, deportistas en buena forma, muestran un índice de 0,34 a 0,38 kg/cm. En ruta, las mejores escaladoras tienen típicamente 0,36 kg/cm o menos. Las campeonas están bajo los 0,32 kg/cm. Por supuesto; siempre hay excepciones, como Lance Armstrong que tiene un índice de 0,38 kg/cm. Dado que Lance tiene un mayor peso debe vencer la gravedad con más potencia.
Esto no significa que no se puede triunfar si tenemos índices mayores que los de este rango. Simplemente significa que se debe lograr una generación de potencia mayor al promedio para sobrellevar el mayor peso. Tal como lo hace Lance Armstrong.
Reducir el exceso de peso en el cuerpo y el peso de la bicicleta puede ser una buena inversión cuyo beneficio son menores tiempos en las competencias. Pero existe un riesgo asociado en tales reducciones de peso. Si se pierde masa muscular, especialmente de aquellos músculos involucrados en el deporte, lo más probable es que la velocidad disminuya. Reemplazar los componentes de la bicicleta por otros más livianos (y más caros) aumenta la probabilidad de falla de estos componentes durante las carreras. Por ejemplo; los neumáticos más livianos son uno de los cambios más efectivos para reducir el peso, dado que además reducen la masa rotante. La desventaja es que es más fácil pinchar con estos neumáticos. Un sillín ultra liviano puede romperse al pasar bruscamente por un hoyo o por una irregularidad del camino. Es conocido que los manubrios peso pluma se trizan cuando un corredor potente comienza a escalar parado en los pedales. Disminuir el peso tiene riesgos y recompensas.
Por otro lado, la masa ya no es crítica al pedalear una bicicleta en el plano o en un rodillo. Vencer la gravedad que atrae a nuestro cuerpo y nuestro equipo ya no es crítico. En efecto; un ciclista corpulento, que pedalea su bicicleta en el plano es generalmente más rápido que un competidor más estilizado, dado que la mayor masa significa más potencia. Esa es la razón por la que si tu peso está más arriba de los rangos de kg/cm mostrados anteriormente es mejor seleccionar competencias con trayectorias en plano cada vez que sea posible.
Ahora imaginemos que estamos subiendo una pendiente respetable con una mochila de 5 kilos de peso. Evidentemente debemos hacer más trabajo cargados con esta mochila, ¿por qué es así?. Porque a medida que la masa de un objeto (en este caso; el ciclista, la bicicleta y la mochila) se incrementa, la fuerza de gravedad también se incrementa. Cada aumento en la masa que se desea subir significa un mayor gasto de energía para subirla.
Ahora imaginemos lo opuesto; tenemos una bicicleta que pesa 5 kilos menos. Es mucho más fácil realizar la subida, ¿no es así?. O imaginemos que nos hemos deshecho de algunos kilos de más que habíamos ganado en las vacaciones. ¿Qué es lo que ocurre?, vamos más rápido, pero gastando la misma cantidad de energía. No existe cambio en la potencia, solo en el peso.
Por cada 500 gramos de peso que se agregan a nuestro cuerpo o a nuestro equipo debemos invertir 1,5 watts de potencia para subirlo en una cuesta. El peso extra impacta directamente en la velocidad con que se pedalea.
No hay duda que la combinación de peso entre el ciclista, la bicicleta y el equipo influye en le rendimiento. Si es posible reducir el peso, aún sin modificar la potencia, la rapidez es mayor. A la inversa, si es posible aumentar la potencia sin modificar el peso, se avanza más rápido. La combinación óptima es aumentar la potencia y disminuir el peso.
Ahora una guía simple para deteminar como impacta el peso de nuestro cuerpo en el rendimiento. Tomemos la división entre el peso del cuerpo, en kilos, y la altura del deportista, en centímetros. Típicamente, un atleta masculino, en buena forma arroja un índice de entre 0,38 a 0,41 kg/cm. Las mujeres por su parte, deportistas en buena forma, muestran un índice de 0,34 a 0,38 kg/cm. En ruta, las mejores escaladoras tienen típicamente 0,36 kg/cm o menos. Las campeonas están bajo los 0,32 kg/cm. Por supuesto; siempre hay excepciones, como Lance Armstrong que tiene un índice de 0,38 kg/cm. Dado que Lance tiene un mayor peso debe vencer la gravedad con más potencia.
Esto no significa que no se puede triunfar si tenemos índices mayores que los de este rango. Simplemente significa que se debe lograr una generación de potencia mayor al promedio para sobrellevar el mayor peso. Tal como lo hace Lance Armstrong.
Reducir el exceso de peso en el cuerpo y el peso de la bicicleta puede ser una buena inversión cuyo beneficio son menores tiempos en las competencias. Pero existe un riesgo asociado en tales reducciones de peso. Si se pierde masa muscular, especialmente de aquellos músculos involucrados en el deporte, lo más probable es que la velocidad disminuya. Reemplazar los componentes de la bicicleta por otros más livianos (y más caros) aumenta la probabilidad de falla de estos componentes durante las carreras. Por ejemplo; los neumáticos más livianos son uno de los cambios más efectivos para reducir el peso, dado que además reducen la masa rotante. La desventaja es que es más fácil pinchar con estos neumáticos. Un sillín ultra liviano puede romperse al pasar bruscamente por un hoyo o por una irregularidad del camino. Es conocido que los manubrios peso pluma se trizan cuando un corredor potente comienza a escalar parado en los pedales. Disminuir el peso tiene riesgos y recompensas.
Por otro lado, la masa ya no es crítica al pedalear una bicicleta en el plano o en un rodillo. Vencer la gravedad que atrae a nuestro cuerpo y nuestro equipo ya no es crítico. En efecto; un ciclista corpulento, que pedalea su bicicleta en el plano es generalmente más rápido que un competidor más estilizado, dado que la mayor masa significa más potencia. Esa es la razón por la que si tu peso está más arriba de los rangos de kg/cm mostrados anteriormente es mejor seleccionar competencias con trayectorias en plano cada vez que sea posible.
